miércoles, febrero 03, 2010
Materia obscura
Releyendo los editoriales de Monografías me encontré con esta, de la genial Mora Torres, que está excelente...
Materia oscura
Publicado el 2 de Diciembre de 2009 por Mora Torres
Hay otros mundos pero están en éste
La materia oscura es simplemente aquello que no brilla en el cielo, pero que está (Consideraciones sobre el origen y la composición de la gravedad y la materia oscura).
Los científicos no saben qué es, pero saben que está, que es extensa, que todavía no se puede tocar, pesar y ni siquiera entender qué es, excepto que une a las galaxias, a todos los cuerpos celestes (Por una nueva teoría sobre el universo).
En un plano un poco menos científico y tal vez filosófico -no me atrevo plenamente a usar ese gran adjetivo (Qué es la filosofía)-, la materia oscura, además, está en nosotros: algo invisible, que no puede tocarse, que está allí entre uno y otro de nosotros, nos une.
Sin siquiera ser conscientes de ello, el pensamiento de ”desconocidos” afecta nuestro pensamiento.
Nos desplazamos hacia la materia invisible que tenga mayor energía, y esa materia alguna vez tuvo un nombre en la tierra, un nombre como Shakespeare o Cervantes (Shakespeare y Cervantes: vida y obra y comparaciones) o Heráclito (Heráclito de Éfeso: ¿Melancolía o esquizofrenia?) o Platón (Platon).
Acaso nadie sepa que hay alguien que está solo con sus palabras de poeta, sus colores de pintor o sus escritos en el pentagrama, con las trampas de la oscuridad que abren el papel o el lienzo hacia abismos en el inicio de cada obra, y que cada obra es sólo uno de los gestos del alma.
¿Y qué es el alma, cómo puede comparársela con la física del universo, sino con la metáfora de la materia oscura y sus partículas inapresables? (Alma y Ciencia).
Fragmentos de materia oscura a investigar
La vida cotidiana de los egipcios -no la de sus reyes, de eso ya sabemos un poco.
La santidad (Los valores).
Los motivos de gente como Jack el Destripador (Asesinos en serie).
La aparición y desaparición de gente como Fulcanelli (Literatura y Alquimia).
El comienzo del lenguaje de los hombres.
El comienzo de la escritura, las matemáticas y la música.
Si alguno de ustedes puede responder algún punto de estos fragmentos de materia oscura, todos lo agradeceremos.
Ahora pasaré a hablar de otra cosa -relacionada, claro-, porque en la oscuridad yo no veo nada.
La intuición
Después de una clase de yoga, en el momento de la relajación, he tenido alguna vez una intuición (La intuición animal y sus aplicaciones en la adaptación humana), y en ninguna otra parte.
Sé por qué: el olvido de la pesada sustancia de mi cuerpo y de la mucho más pesada sustancia de mi ego hace que las luces se enciendan. Seguramente algo está escrito para el futuro en algún lado y los densos velos que nos cubren nos impiden leerlos.
-Esto de densos velos… voy a buscar un poema que habla de ellos-
-Sí, encontré el poema, es de Olga Orozco, disfruten estos fragmentos de materia oscura que elegí copiar para ustedes; disfrútenlos pero analícenlos, les aseguro que dicen mucho y que indican bastante, como un mapa y también como brújula, y que no sólo habla de poesía en cuanto género literario:
Densos velos te cubren, poesía
No es en este volcán que hay debajo de mi lengua falaz donde te busco,
ni es esta espuma azul que hierve y cristaliza en mi cabeza,
sino en esas regiones que cambian de lugar cuando se nombran,
como el secreto yo y las indescifrables colonias de otro mundo.
Noches y días con los ojos abiertos bajo el insoportable parpadeo del sol,
atisbando en el cielo una señal,
la sombra de un eclipse fulgurante sobre el rostro del tiempo,
una fisura blanca como un tajo de Dios en la muralla del planeta.
Algo con que alumbrar las sílabas dispersas de un código perdido
Para poder leer en estas piedras mi costado invisible.
Pero ningún pentecostés de alas ardientes desciende sobre mí.
¡Variaciones del humo, retazos de tinieblas con máscaras de plomo,
meteoros innominados que me sustraen la visión entre un batir de puertas!
Noches y días fortificada en la clausura de esta piel,
escarbando en la sangre como un topo,
removiendo en los huesos las fundaciones y las lápidas,
en busca de un indicio como de un talismán que me revierta la división y la caída.
¿Dónde fue sepultada la semilla de mi pequeño verbo aún sin formular?
¿En que Delfos perdido en la corriente
suben como el vapor las voces desasidas que reclaman mi voz para manifestarse?
¿Y cómo asir el signo a la deriva -ese y no cualquier otro-
en que debe encarnar cada fragmento de este inmenso silencio?
No hay respuesta que estalle como una constelación entre harapos nocturnos,
¡Apenas si fantasmas insondables de las profundidades,
territorios que comunican con pantanos,
astillas de palabras y guijarros que se disuelven en la insoluble nada!
Sin embargo
ahora mismo
o alguna vez
no sé
quién sabe
puede ser
a través de las dobles espesuras que cierran la salida
o acaso suspendida por un error de siglos en la red del instante
creí verte surgir como una isla
quizás como una barca entre las nubes o un castillo en el que alguien canta
o una gruta que avanza tormentosa con todos los sobrenaturales fuegos encendidos.
(…)
Frases sobre lo oscuro
Shakespeare, San Juan de la Cruz, etc., saben algo sobre la oscuridad; también Quevedo y Poe y muchos otros. ¿Mandarían sus frases predilectas -resumidas o no, breves, brevísimas o extensas como el universo- para completar en parte este trabajo sobre oscuridades, materia y alma oscuras, que -casi- yo misma no comprendo? ¡Hagamos otra vez “trabajo en equipo”!
Respecto de la magnífica oración de Eluard que abre mi entrega de hoy, “Hay otros mundos pero están en éste”, debo decir que intuyo fue engendrada en medio de gente incrédula y quería decir mucho más de lo que dice. Me pareció un subtítulo espectacular para el tema de la materia oscura, pero hay otros mundos que no están en éste, poeta Paul Eluard.
Envío
Sólo me resta repartir abrazos, es decir claridades y fuegos, nada de oscuridad, a todos mis amigos del blog, especialmente a aquellos flamantes que vinieron de países que hoy están muy tristes. En este caso me refiero al amigo de Tegucigalpa, Honduras. ¡Fuerza, y mucha luz, Ever Rosa! Gracias también a Wilfredo, por su extraordinario aporte de material, no sólo ”borgiano”.
A los viejos. Viejos: ¡resucitemos el blog, juglares míos! (fue Blanca Estela quien recordó que eran juglares por los caminos de Internet). Imposible agradecerle debidamente a Joise, por ejemplo, su constante e inteligente estar ahí; y a José Itriago, la maravilla de su imaginación y estilo, cuando enriquece cada cuento con su voz (con Vancho, que además los ha enriquecido antiguamente, coincidimos, y con el entrañable amigo Osvaldo, el de siempre, aunque no vengan más).
Tags: Cervantes, Ciencia, galaxias, Heráclito, materia oscura, Shakespeare, universo
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